La fiesta de SAN JUAN, es tradicionalmente la fiesta de los Quintos, aquellos jóvenes rubielanos que cumplen 18 años. Son ellos los encargados de la fiesta.
El viernes por la noche marchan al monte a buscar un pino, el cual traen hasta el pueblo y lo plantan en la Plaza de Igual y Gil (Plaza de Toros) para que presida toda la fiesta.
Los quintos son los encargados de poner las enramadas a las jóvenes del pueblo.
Las enramadas consisten en decorar las ventanas o los balcones de las jóvenes del pueblo con rosas, ramas, cardos, etc.
El sábado tiene lugar la macrodiscomóvil y a continuación charanga por todo el pueblo.