Rubielos de Mora destaca por el conjunto histórico artístico que conforman edificios de arquitectura monumental. Sin embargo, lo que da equilibrio urbanístico es la combinación de casonas y palacios con otros edificios de menor categoría arquitectónica. Balcones, rejas, aleros, patios y puertas parecen fundirse en una mezcla de perfecta armonía.

El siglo XVI supuso una creación y ampliación de nuevas redes urbanas, a la par que ciudades y villas se dotaron de infraestructuras renovadas. Entre 1524 y 1564, en Rubielos se construyeron fuentes, molinos, hornos, pavimentaciones…. Amén de los edificios conventuales religiosos y civiles. El esplendor de la villa tuvo lugar entre los siglos XVI y XIX, cuando, a pesar de las guerras, saqueos y otras calamidades, el número de habitantes fijos era mucho más elevado. En ese momento la burguesía comercial llegó a la villa resaltando el panorama económico de la localidad, convirtiéndola en “La Corte de la Sierra”.

Rubielos de Mora expone en su recorrido urbano abundantes casas solariegas con viso de palacios. Están catalogadas más de 20 casas solariegas nobiliarias, entre ellas: la casa de los Marqueses de Villasegura, la casa de los Condes de Creixel, los Condes de florida, la casa del Obispo Sánchez de Cutanda y el palacio de los Marqueses de Todos y Condes de Samitier.

Destaca la decoración de las fachadas de estas casas, realizadas mayoritariamente en piedra. Cuentan con grandes balcones donde la rejería y la pintura mejoran más, si cabe, su imponente apariencia. Además, destaca la madera que remata los grandes aleros sobresalientes de las fachadas.